Tocando las estrellas

2ª parte

 

Nave Perseo,

Fecha estelar 2134, Nota 2

        

         Han transcurrido tres meses y nos aproximamos al sistema "Alpha Centari", los ánimos de la tripulación están muy altos ya que veremos la primera estrella extrasolar. Hemos dedicado nuestro tiempo para poner la nave a punto para la deceleración. El casco está en perfectas condiciones el combustible está preparado y chequeado, los motores se han rotado para contrarrestar nuestra dirección actual. Estamos preparados.

 

 

Capitán James Connor

 

Nave Perseo,

Fecha estelar 2134, Nota 3

 

         Los días transcurrieron monótonos y aunque bromeaban continuamente ninguno dejó de hacer sus actividades. Llevaban cuatro meses de viaje cuando, por primera vez desde la salida de la aceleración se activaron las luces de emergencia.

         Todos se reunieron en el comedor e informé a la tripulación.

         - Estamos entrando en el sistema "Alpha Centauri". A la actual velocidad podríamos llegar a Próxima Centauri en unas horas. Necesitamos activar el motor principal para la frenada y puesta en órbita. Hay que preparar las cartas de navegación y estudiar el sistema de esta estrella por si hay planetas y alguno es habitable. Jim, motores, Terry, encárgate de coordinar la creación de la base de datos con las chicas.

         - A la orden.

         - Ya era hora, señor - dijo Samantha -. Creí que nunca llegaríamos.

         - No fue tanto tiempo, vamos.

         Sonreí, estaba pletórico. Después de cuatro meses lo habíamos conseguido. Habíamos recorrido 4 años luz en la décima parte que tarda la luz en llegar.

         El sistema "Alpha Centauri" en realidad no era un sistema. Ni siquiera estaban cerca unas estrellas de otras ya que las otras dos se veían tan pequeñas o más que el mismo Sol terrestre. Al menos pudimos encontrar siete planetas en un escáner previo del sistema de "Próxima". Casi todos eran tan pequeños como la tierra, salvo uno, que tenía dos veces la masa de Júpiter. Éste a su vez tenía múltiples satélites semejantes a la luna y le rodeaba un denso anillo de rocas.

         La buena noticia fue que en uno de los planetas de "Próxima" había algo líquido y la atmósfera similar a la tierra. Era muy similar a Titán, pero con mucha menos agua, mucha tierra y había algo que diferenciaba al planeta de la Tierra y era que su tamaño era dos veces menor. Sin embargo era más compacto y su masa parecía capaz de mantener en órbita dos satélites del tamaño de dos lunas. Según el informe de las sondas, la gravedad era 0.7 G.

         - Deberíamos explorar ese planeta - dijo Frank -. Puede que sea habitable.

         - O puede tener toxinas mortales.

         - ¿Creéis que habrá vida? - preguntó Georgia.

         - No lo sabemos, pero no te hagas ilusiones.

         - ¿Ilusiones? Espero que no haya, ¿te imaginas que salen bichos gigantes?

         - Aunque sean civilizados, imagina que una inmensa nave con forma de garrapata llega a la órbita de la Tierra. ¿No te daría miedo?

         Todos se rieron al escuchar la comparación de la nave.

        

 

         Tenemos unas sonda con forma de avión con varios motores. Estas tiene la forma adecuada para planear en cualquier atmósfera y están cubierto de piezas de cerámica resistentes al calor de la entrada a cualquier atmósfera. A diferencia de los coches terrícolas en lugar de seis propulsores de plutonio tienen ocho, en la tierra la gravedad hace las veces de propulsor superior pero en el espacio no hay gravedad y necesitamos tener empuje superior.

         En la misión de reconocimiento bajaron Frank, Georgia, Timothy y Pedro. La nave penetró en la atmósfera con facilidad y planeó sobre una extensa llanura que parecía un desierto. Fueron allí porque cerca había una extensa masa de un mar oscuro que, según los escáneres, era agua.

         La nave aterrizó sobre tres patas y nuestros astronautas salieron con Frank a la cabeza, portando la bandera multicolor de todos los países de la Tierra. Georgia se encargaba de fotografiar cada instante, su casco recogía la secuencia de salida de la nave y con una cámara de gran objetivo hacía las fotos a todo el entorno en formato Panorámico 3D - una grabación completa del entorno 360 grados en visión 3D para que cuando regresemos, todo el mundo pueda ver lo que ellos vieron hasta el más mínimo detalle. En cuanto llegaron los archivos a la nave, hemos emitido para que algún día reciban en la tierra nuestra emisión. Repito que podríamos llegar antes nosotros que la señal, pero por si nos ocurre algo en este tiempo tenemos instrucciones concisas: Enviar instantáneamente todo lo que tengamos.

         Las imágenes eran espectaculares. Había montañas y ríos en la lejanía. El desierto no tenía el menor rastro de vida pero a lo lejos se veían zonas teñidas de azul y rojo. Como llevaban el casco no sabían a qué olía allí o si el aire sería respirable o no. Los sensores alertaban de gases tóxicos y presión muy inferior a la que hay en la nave. Quitarse los cascos hubiera supuesto que se les salieran los ojos de las órbitas.

         Frank sacó su medidor de composición química. El sonido robótico del aparato regresó a la nave con un timbre metálico y artificial:

         - La composición del ambiente es de nitrógeno en un 80%, aluminio en un 10%, Níkel un 3%, Cadmio un 5 %. El resto son sustancias desconocidas, compuestos químicos en los que predomina el Antimonio y la Pirita.

         - Vaya - dijo Georgia -. Ni rastro de oxígeno.

         - Debería haberlo, si hay agua...

         - No sabemos aún si es agua. Podría ser ácido - aclaró ella.

         - Oh vaya, se acabó mi sueño de hacerme una casa al lado de aquella playa - bromeó Pedro.

         - ¿Hay algo de vida orgánica o algún tipo de vida? - preguntó Georgia.

         - El sensor no tiene esas funciones - dijo Frank -. Pero podemos averiguarlo nosotros mismos. Volvamos al módulo a por el vehículo terrestre.

         Regresaron al interior del módulo y con una grúa extrajeron el potente 4x4 militar.  Frank manejó la maquinaria y notó que las poleas sufrían mucho menos que en las pruebas realizadas en la Tierra. Se notaba ligeramente la diferencia de gravedad.

         Una vez dentro del 4x4 se quitaron los cascos espaciales y observaron el recorrido con silencioso entusiasmo. Las zonas azules eran rocas de ese color, parecían cuarzos y piritas mezcladas. Había zonas con cristales verdes por que sobre las piedras había una sustancia amarilla como si fuera óxido o al menos polvo verde. Tomaron muestras con los brazos mecánicos y los sensores determinaron que era una sustancia desconocida. Era una sustancia compleja con mucho Zinc, Nitrógeno y otros átomos en menor proporción. No sabíamos qué tipo de reacción podían causarnos si lo tocábamos. Ni siquiera sabíamos si ese compuesto químico sería posible en nuestra atmósfera y a nuestra presión y temperatura. Los botes de muestra recogieron esas sustancias y para mantenerlas aislaron la temperatura y llenaron la muestra con aire alienígena.

         Continuaron y llegaron a la zona salpicada de manchas rojas. Estas eran estructuras cristalinas que emergían del suelo a modo de menhires. Estaban repartidas al azar de modo que pensaron que sería alguna forma de cristalización que hubo en una época remota donde ese líquido que parecía agua cubría toda la superficie.

         Entonces, desde la nave principal descubrimos movimiento en los escáneres. Una enorme estructura oscura comenzó a moverse por la superficie del planeta y se acercaba a una velocidad endiablada hacia ellos.

         - Atención, equipo de tierra, cambio - les informé inmediatamente por radio.

         - Aquí equipo de tierra, habla James - dijo Frank.

         - Algo se está aproximando a vuestra posición. No puedo precisar detalles salvo que es enorme. Tenéis que salir de allí inmediatamente.

         - ¿Enorme? - Frank miró a sus compañeros, asustados -. ¿Cuánto de enorme?

         - Es como una tormenta de arena, es inmensa.

         - ¿Qué hacemos, James? ¿Volvemos a la nave? Estamos demasiado lejos.

         - Volver ya ¡De prisa!

         Frank maniobró el vehículo lo más rápido que pudo y al darse la vuelta vio lo que les había anunciado. Cuando sus retinas captaron la imagen, Frank no se movió, ninguno de ellos lo hizo. Se quedaron paralizados por el terror. En la cámara del vehículo pude ver que el segundo al mando estaba blanco y sus ojos demostraban algo que nunca había visto en ellos, un miedo irracional, incontrolable.

         - ¡Frank! - grité-. ¡Qué ocurre, habla!

         - Capitán - susurró Frank -. Váyanse y no vengan a buscarnos.

         - Ve a la nave, muévete - dije, llevado por la histeria más que por el sentido común -. Podéis llegar.

         - Si vuelven a casa, digan a mi familia que les quiero - dijo Georgia, llorando.

         - Dios, es como el mar rojo - dijo Timothy, el único que trató de describir lo que veía.

         Dicho eso dejamos de recibir imagen del interior del 4x4. El módulo representado en el panel de cristal dejó de mostrarse y la masa negra amorfa ocupó esa zona del planeta y siguió su camino, arrasando cuanto encontraba a su paso. No tenemos ni idea de qué era aquello aunque posiblemente si lo viéramos nos quedaríamos sin habla e incapaces de describirlo, al igual que nuestros compañeros.