Taller de escritura

Lección 8

 

Los raíles de la historia

 

¿Cuántas veces has visto una película que no te ha sorprendido lo más mínimo y que has podido adivinar el 50% de los sucesos que han ido sucediendo, incluso el final?

Existen cánones que hacen de un argumento "original" uno "típico". Así, por ejemplo, si un libro se titula: "Secuestro", lo que supone el lector es que al final conseguirán atrapar a los secuestradores y encontrar viva o muerta a la víctima. Y si ponen la coletilla "basado en hechos reales", no mejora la cosa, más bien lo agrava ya que con más seguridad cogen a los malos (y los maten) y encuentren al bueno/buena. Si no, ¿Quién va a contar la historia real?

Un ejemplo cinematográfico de argumento sobre raíles es Avatar. Un marine adiestrado para la guerra termina en un poblado indígena que se defiende de los invasores. No voy a hacer spoiler pero nadie duda de cómo acaba la historia sin haber visto la película. La única incógnita es cuantos mueren y si habrá continuación.

 

¿Qué estoy intentando decir? Muchas historias cogen prestado el mapa de otras y simplemente cambian los actores, diálogos y entornos. Existen varios mapas de railes bastante reconocibles que voy a intentar sintetizar aquí:

 

1) El travieso: Protagonistas viven su vida normal hasta que uno de ellos hace una estupidez. Como son muy amigos le ayudan a intentar salir del lío, pero la vida es muy dura le cae la culpa y termina bien para el causante del desastre cuando descubren que el protagonista no tenía malas intenciones ya que lo consigue arreglar. Eso sí, pueden haber muerto muchos secundarios en el proceso.

 

2) El romance: Chico problemático conoce chica y juegan a enamorarse mintiéndose, acostándose, y finalmente llegando a enamorarse. Todo tiene que tener una chispa cómica o no cuela.

 

3) Aventuras: Un señor/señorita se dedica a cualquier profesión de exploración (ruinas, historia, crímenes) y ocurre un suceso que vuelve locos a los "expertos" y mágicamente aparece el nombre del protagonista en su "oráculo" de búsqueda de salvadores SA. Lo llaman, llega rodead@ de un aura de máximo respeto y todos siguen sus instrucciones como el mesías. Después de muchas peripecias, luchando contra malvados, la naturaleza, el miedo... Terminan encontrando el lugar/cura/solución del problema gracias a una genial idea que no pudo tener nadie más que nuestro protagonista.

 

4) Terror: Un grupo de amigos numeroso hace alguna clase de estupidez que la gente normal nunca haría (hacer una guija, ir a una cueva que nadie ha explorado, ir de viaje por la ruta 66 y entrar en un motel de mala muerte,...) y descubren que la cosa se pone chunga y mueren todos menos la pareja de protagonistas que se salvan por los pelos o el chico muere por ella... A gusto del escritor.

 

5) Intriga: Se produce un espeluznante crimen y los encargados de estudiar el caso encuentran pocas pistas. Curiosamente no les cuesta demasiado identificar el cuerpo (cosa de una página), tampoco encontrar donde vive o ha vivido (en la vida real es otra historia), todos los que conocían a la víctima desfilan ante los interrogadores y uno de ellos pasa desapercibido y sale de toda sospecha hasta que dan con un sospechoso claro que termina siendo inocente y en el último minuto descubren al asesino.

 

6) De serie: Un "trabajador de lo que sea" (poli, medico, abogado, dentista,...)  se encuentra ante un nuevo problema de los que suele atender en su trabajo, aparentemente distinto a todos los demás problemas que ha tenido. Utiliza su rareza para sacar nuevos detalles, dejar en ridículo a sus compañeros que intentan hacerlo mejor, y finalmente resuelven el problema.

 

Si ya has escrito algo y ninguno de tus relatos encaja en una de las vías, puedo asegurarte que tienes un problema. ¿A que pensabas que te iba a felicitar? Pues no, lo cierto es que lo que te mereces es un tirón de orejas. ¿Cómo se te ocurre intentar salirte del canon? Es como si escribes un libro de intriga donde el asesino se sale con la suya.

 

O imagínate, una aventura en la que el protagonista se muere y no encuentra nada. O un abogado en el caso de su vida que pierde el juicio quedando demostrado lo tremendamente inútil que es... No puedes escribir fuera de las vías. ¿Te imaginas a Frodo ("El señor de los anillos") quedándose el anillo y dedicándose a robar a todo el mundo? ¿Y a Harry Potter haciendo fechorías entre los no magos cuando consigue "lo que consigue"? ¿Te imaginas a un Godzilla arrasando el mundo y sobreviviendo a los humanos destruyendo todo vestigio de civilización? ¿O King Kong destrozando New York y terminando con un "y siguió arrasando el mundo? Y finalmente ¿Te imaginas una película de amor donde los protagonistas no terminan juntos y besándose? No hace falta, lo han intentado ya y son películas que no pasan de potables (no de vomitar, sino pasables).

 

El resumen de esta lección es: Juega en las vías. No te salgas de los carriles pero aprende a hacer curvas en ellos. Es decir, se sabe que Romeo y Julieta acaban juntos, y que se mueren (toma spoiler). Y que El Hobbit llegará a deshacerse del anillo, pero qué mal lo pasa. Que Superman ganará a Lex Luttor, y qué listo es el malo que sin poderes siempre le pone en jaque, a pesar de contar con ayudantes estúpidos.

 

Puedes fragmentar la historia para que se camufle la vía (ejemplo Star wars el imperio contraataca - El retorno del Jedi).

 

También invertir el sentido de la vía: Enseñas el final (menos el último minuto), por ejemplo un malo tiene cogido al protagonista del cuello colgado de un precipicio y está a punto de soltarlo, luego viajas hacia atrás en el tiempo y cuentas cómo llegaron a esa situación. Que acabe bien parece imposible pero si realmente le suelta y se muere el bueno, la película tendría un final desastroso.

 

Hay que provocar esta pregunta subjetiva al lector: ¿Pero cómo va a librarse de eso? "Eso" engancha.

 

Y es necesario seguir las vías hasta el final a menos que escondas una vía dentro de la otra. La cuestión es que un lector no quiere un libro previsible, pero tampoco que gane el personaje que peor le cae. El bueno siempre es el que cae bien, el que el lector considera su protagonista. Por ejemplo en los libros de Dragonlance hay un grupo de héroes, guapos, cachas y muy buenos, honorables y todo lo que quieras,... Todos no, Raistlin no es guapo, no es honorable, no es bueno, no es cachas, es enfermizo, siempre actúa en beneficio propio y encima odia hasta a su hermano. No tiene por dónde cogerlo y ¡zas! Resulta que es el protagonista velado. Y eso que su hermano cae bien a todos, en ese mundo y a los que lo leen, un tipo rudo, simpático, bonachón, bromista, ligón, ¿por qué no? muy gracioso y pendenciero que encima va y adora a su hermano. El bueno a priori, queda a la sombra de un tipo que está en las antípodas del "protagonista". En estos relatos uno pierde la pista de quién es el "bueno" y por tanto la vía se esconde. No tienes ni la más remota idea de cómo va a terminar, si los buenos o Raistlin, que ojo, no es el malo salvo en los libros de leyendas, que ahí sí lo es.

 

Hablando de Dragonlance, en la página principal he puesto enlaces de unos tomos que yo escribí sobre Raistlin. Son gratis y podéis descargarlos en pdf.

 

¿Lo veis? Jugando con los personajes y la psicología humana, puedes lograr relatos magníficos.

 

 

Hasta la próxima lección.

Comentarios: 1
  • #1

    Tony (martes, 27 noviembre 2018 16:57)

    Seguro que tienes algo que decir. Por favor, anímate.