Talento o dedicación

 

 

 

 

 

 

 

En este nuevo capítulo vamos a trabajar algo que no puedo enseñar a nadie. El que diga que escribe mejor porque ha nacido para ello, tiene más talento y lo hace por instinto... Le felicito, de verdad. Mi más sincera enhorabuena.

 

Estoy hablando de esas personas iluminadas por el cielo que no han escrito nada en su vida y de repente les da por escribir un libro y sale una obra colosal, insuperable y que vende como el pan. Se creen que son personas marcadas, que tienen ese talento especial. Escriben un libro y les parece la cosa más gloriosa que jamás haya escrito un ser humano. A toda costa quieren convencer a todos que es maravillosa. Y se lo creen porque hacen lo que hemos hecho todos en nuestros comienzos: Les dejan leer su obra a personas cercanas, sus padres, madres, novi@s... A los hermanos no, que chinchan. Son personas que nos van a decir que es magnífico, a menos que sea una cosa horrible, llena de faltas y mentiras como la copa de un pino. Ni ellos podrán disimular.

 

Es un error porque la naturaleza humana nos hace así: Todos, sin excepción, somos niños que aprenden a escribir. Cuando un niño de cuatro años va y te hace una letra "a" legible, se hincha de orgullo y te dice: Es la mejor "a" del mundo. Y tú, como su padre que eres, le inflas el ego aún más si cabe y le dices que tiene toda la razón.

 

Ojo, yo me incluyo. Aún recuerdo mi primer libro terminado, cómo se lo dejé leer a un profesor y amigo mío y me dijo que estaba genial. Cuando quieres escuchar alabanzas y las recibes, éstas te dan alas. En mi caso me animó a escribir mucho más y por eso le doy mi más sincero agradecimiento a Paco, mi profe de matemáticas, en el cole y en casa pues vivía en frente de mi puerta.

 

Amigos, el primer libro que escribimos lo hacemos porque nos empuja la idea intrínseca del ser humano que para que nuestra vida tenga sentido hay que tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. O simplemente porque nos apetece.

 

Vaaaaale, ya tienes tu libro. ¿Contento? No, claro, hay que publicarlo. Ve a bubok y publica, haz unos cinco ejemplares y repártelos a tus seres queridos. Posiblemente lo lean, posiblemente no, pero lo tienen y podrán hacerlo cuando les apetezca. En su librería, que por cierto cada día son más pequeñas y escasas, hay un libro con tu nombre. Ya eres escritor. Nadie te lo puede negar. Tu libro podría terminar en las estanterías de todos los hogares del mundo o... En la biblioteca de los libros perdidos.

 

¿Ya se te fue el talento? ¿O sigues con ganas de escribir?

 

Yo te animo a que sigas escribiendo, hazlo porque te guste, no porque sea tu trabajo, ni porque te pida alguien que lo hagas... Lo único que necesitas para crear una obra mejor que tu primera obra maestra es escribir otra.

 

Descubrirás que no todo lo que era insuperable, realmente lo era. Aunque te cueste creerlo, tu segundo libro estará mejor que el primero. Y el tercero aún mejor, y el cuarto mejor aún. Y así sucesivamente.

 

Aquí quería llegar, no escribimos muy bien cuando terminamos la primera obra. Escribimos mejor que cuando empezamos, eso seguro. No tenéis más que coger el primer libro de la saga "The witcher" y os daréis cuenta de que el escritor se creía mejor escritor en el capítulo uno que en el diez. ¿Por qué? Porque usa palabras que Dios aún no ha dado significado. Las crea como si eso fuera a dar más valor a su obra. Después vas viendo que baja de las nubes y escribe para el común de los mortales. Esas palabras que ni el diccionario tiene, desaparecen. Ya se puede leer. Y en el caso concreto de Andrzej Sapkowski os puedo decir una cosa, el hombre creyó que escribió una maravilla, vendió bastante bien. Pensó que podía lucrarse con sus libros y desde luego que lo hizo. Luego le ofrecieron unos pocos miles de dólares por hacer videojuegos con su licencia y aceptó. Vendió los derechos de explotación de su obra por unos pocos miles de euros. Sí amigos, tuvo la gran fortuna de atraer a la diosa Fortuna, valga la redundancia. Pero CD Project, la empresa que se llevó el gato al agua, empezó a ver llover dinero. El bueno de Andrzej vio llover desde su ventana y se llevó las manos a la cabeza. Él creía en su talento, pero no lo suficiente y se puso a llorar en público, que como autor tenía derecho a un pellizco. El final fue positivo para ambos, llegaron a un acuerdo y todos ricos.

 

Este hombre es un ejemplo de lo que quiero expresar. Desde aquí le envío todos mis ánimos y felicitaciones por su obra aunque también me pregunto por qué no se aprovechó de su fama. ¿Por qué no siguió escribiendo? Ya has demostrado lo bueno que eres, sigue, no te pares, dale al mundo otra obra maestra. Pónsela en las narices a CD Project y le pides un negocio mucho más redondo por ese otro nuevo libro.

 

Y lo mismo podría decirles a los autores de éxito. Porque la verdad, cuesta creer que alguien que escribe una novela buena luego no sea capaz de hacer otra. Si es el caso,... A lo mejor no tuvo tanto talento. ¿Fue suerte? O le compraron la obra a un infeliz por unos cuantos cientos de euros.

 

¿Qué es el talento?

 

Es el don que tienen algunas personas de lograr antes que nadie hacer algo bien. Si a una persona que quiere escribir, le cuesta miles de horas de práctica conseguir algo bueno, una persona talentosa lo logrará a las primeras de cambio.

En el arte de la pintura, nadie puede hacer un cuadro como el de la "Inmaculada concepción" de Murillo en su primer intento. Un cuadro así necesita dedicación, mucha práctica y sobre todo dedicación. Me he repetido, lo sé. Es porque así es, nadie puede llamarse experto en algo si no le dedica tiempo, y no me refiero a una hora al día durante un mes. Necesitas años de horas y horas de práctica.

Claro, luego están esos cuadros postmodernos que son cuatro manchas mal puestas que se autodenominan obras de arte. Hay quien los compra por millones. Probablemente hablo como un ignorante, pero esos cuadros, los que de verdad valen dinero son de autores que antes hicieron "Inmaculadas concepciones" con los ojos cerrados. Es decir, se han ganado un nombre. Luego han vivido de su fama poniendo su firma en cuadros antes de mancharlos de mala gana. Si pretendes hacer ese tipo de arte, quítate la idea de la cabeza. Tu truño no lo va a comprar ni el chino de tu esquina.

 

 

¿Qué es dedicación?

 

Cuando alguien se empeña en conseguir algo, a pesar de que no tiene talento. El resultado es, posiblemente, muy superior al que consiga el talentoso.

 

¿Quieres escribir?

 

No pienses en el éxito ni en quién leerá tu relato, ni si será una pérdida de tiempo, esto que te propongo es un juego, un hobby. Si quieres entretener, debes entretenerte tejiendo tu obra y disfrutándola en el proceso de creación.

 

Cuando uno empieza algo nuevo (una dieta, ejercicio, un curso, la universidad, el cole, un trabajo... ) suele poner todo su empeño por hacerlo lo mejor posible las dos o tres primeras semanas. Solo sale bien si persistes. Esto es igual, no lo dejes, no tengas miedo a escribir, dedícale tu tiempo de ocio más preciado, no solo en las esperas del autobús... Cuando puedas hacer otras cosas que te ilusionen elige alguna vez escribir. Si tienes el talento necesario para ser un gran escritor, apenas escribas un párrafo perderás la noción del tiempo y cuando quieras darte cuenta el reloj te dirá que llevas horas fuera del mundo real.

 

 

¿Y cuando tengas tus obras qué?

 

Demuestra lo que valen si quieres ponerte a prueba. Te invito a que te registres en "escritores.org" y enseñes tus obras de arte a ver si te llevas algún premio. No te desanimes si no ganas. No deja de ser una lotería. Algunos de los premios son "ideológicos", es decir, si no consigues conectar con las ideologías que pretenden inculcar, no ganarás. Aunque quiero pensar que el jurado será justo en la mayoría.

Buena suerte, si ganas, tendrás tu certificado de oro en tu casa: "Eres un/una gran escritor/escritora".

 

Te lo dice uno que no tiene ninguno de esos galardones.  

 

Comentarios: 1
  • #1

    Tony (domingo, 28 junio 2020 01:40)

    Puedes contarme tus opiniones. A mí me importan.