La mujer de Blanco

Sirenia
Sirenia

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Código: 1002055460081
Fecha 05-feb-2010 15:48 UTC

Todos los derechos reservados

 

Lunes, 5 de octubre de 1982

 

Estoy a punto de suicidarme. Esta es mi carta de despedida a mi amor, mi novio Víctor. Sé que me ama y que es el hombre de mis sueños, íbamos a casarnos ayer, estaba todo listo pero el novio no llegaba. Lamento mucho, mi vida, haber pensado mal de ti, haber creído que estabas indeciso y que no querías casarte conmigo. Lo que más me duele en mi corazón es saber que estuviste moribundo en la carretera durante horas y que nadie te auxilió. Viste pasar tus últimas agónicas horas en la cuneta de una curva, contando los coches, los camiones, las estúpidas personas que se cruzaron por el lugar donde te estrellaste y ninguna tuvo la decencia de parar a pesar de ver el humo y el derrape de las ruedas saliendo de la carretera, hacia los árboles.

 

Voy a reunirme contigo porque este mundo no se merece una segunda oportunidad. Si ya sabía que la gente solo va a su rollo, ahora eso es lo que más odio de todos. Siempre molestándome en ser buena, educada, servicial, siempre cediendo mi asiento a los más mayores, a los niños, siempre dando limosna a los pobres, estoy harta de ir a la iglesia y dar una generosa ofrenda para los desatendidos y los pobres y ahora tú estás muerto. ¿Quién te atendió a ti? Muerto por culpa de la ceguera de la gente, del pasotismo, de que esos estúpidos no se dignaron a bajar de sus coches a ver qué había pasado aunque solo fuera por curiosidad.

 

Estoy cansada de vivir y sé que no podría hacerlo sin ti mi amor. Esta carta es para echar la culpa al egoísmo del mundo y para decirles a todos que si hay más allá, pienso hacer que todos se enteren de que la muerte puede estar detrás de cada momento de tu vida, de cada curva que tengas que tomar.

 

Sara

 

______________________________________________________________

 

Informe policial

Comisaría de Santa Fe, Argentina

 

Sara Evangelina Sánchez Crespo murió en un accidente de tráfico. Hizo autostop vestida de novia antes de la curva donde se estrelló su novio. Pararon unos jóvenes y cuando estaban llegando a la curva se estrellaron con resultado de que todos los ocupantes del vehículo murieron en el acto.

 

Se recogen testimonios que dicen que la novia distrajo al conductor y el coche se estrelló justo donde se estrelló el coche de su novio, todavía humeante del día anterior. Se encontró esta carta en su bolso y el caso se cerró al instante. Todos los ocupantes del coche donde ella iba murieron en el acto por la explosión del tanque de gasolina, que estaba lleno. Curiosamente los cuerpos de todos estaban completamente calcinados pero el cuerpo de Sara, su vestido, la carta y su rostro estaban en perfecto estado. No sufrió ninguna quemadura y su muerte, según el forense, fue por que su corazón dejó de latir.

 

El cuerpo de Sara desapareció a las pocas horas. Cuando lo iban a trasladar para su entierro, simplemente había desaparecido. Alguien debió robarlo.

 

______________________________________________________________

 

Diario de Ernesto Gutiérrez,

Redactor del periódico Local "La Voz de Santa Fe"

 

Martes, 5 de octubre de 2009

10:05 h

 

Supongo que debo ser el millonésimo visitante de este archivo para turistas de la policía local. La carta es escalofriante y el informe policial aun más, si cabe. Cada vez que ocurre un accidente en la curva de "la mujer de blanco" se desata la curiosidad de todo el mundo. Estoy escribiendo un reportaje en el que intentaré recopilar toda la información acerca del famoso fantasma de la mujer de blanco. La historia es triste y Sara parece que aún no descansa. Se han contabilizado ya 29 accidentes, contando el del año pasado, más de 50 muertes. Siempre se repite el mismo caso, varios jóvenes se estrellan en la misma curva y no se sabe qué les ocurre. Se ha señalizado muy bien la carretera, se han puesto quita miedos. Nadie se atreve a decir que se trata de la mujer de blanco, dicen que su fantasma es quien provoca los accidentes, pero lo cierto es que siempre se producen sin testigos y siempre, invariablemente, es por la noche.

Para sacar de dudas a todo el mundo he decidido documentar el caso ya que parece que es fácil emular las circunstancias que desatan el accidente. Esta noche debería ocurrir. He indicado al servicio de urgencias lo que me propongo hacer y espero que si me pasa algo, estén allí para apagar el incendio del coche y puedan sacarme de allí… Solo hay una circunstancia que no cumplo y es que no tengo novia. Todos los accidentados iban con amigos y novias o bien, sus novias no estaban con ellos. Es difícil que a mí me ocurra lo mismo si no tengo novia. Aunque espero que al menos pueda ver su fantasma, si es que realmente existe.

 

Martes, 5 de octubre de 2009

17:00 h

 

El servicio de bomberos me ha dicho que no pueden dedicar uno de sus camiones a una carretera perdida. Me han pedido que lleve el móvil encendido y que si tengo algún problema que les llame. Les enseñé la famosa estadística de que muchas de las noches del 6 de octubre se produce un accidente mortal. Se han reído de mí y me han dicho que cada vez que han ido no ha habido tal accidente (ya que por lo visto no siempre fue este día exacto ni esa hora, según ellos) y se han burlado de mi diciendo que si de verdad quiero emular las circunstancias, debo viajar de noche, a las 12 de la noche. Y luego agregaron: "Si tienes huevos, claro". Y se carcajearon de mí.

 

Admito que no soy muy célebre como periodista y que escribo todo esto únicamente para encontrar fama y mejorar mi currículum. Quiero ser el que fotografió a la mujer de blanco, el único superviviente de su atroz serie de crímenes y por qué no, buscar el modo de detenerlos.

 

Lo peor de todo es que uno lee la carta de Sara y realmente dan ganas de dar una lección al mundo, para que la gente sea menos egoista. Uno empatiza con ella si no fuera porque ella misma está siendo culpable de lo que en su día sufrió y por lo que ella culpó al mundo. Si hubiera una forma de comunicarse con ella y hacerle entender que lo que está haciendo es tan malo como lo que ella misma sufrió...

 

23:00 h

 

La carretera está desierta, nadie pasa por aquí en coche. Estoy viendo la curva allá a lo lejos, aparentemente es inofensiva, voy a dar la vuelta y me tomaré algo en la posada hasta que sea la hora. Es curioso que no tenga miedo de morir, quizás porque no me termino de creer la historia de este pequeño pueblo de Argentina, Santa Fe. Quiero que mi reportaje sirva para testimoniar de primera mano si realmente ocurren accidentes en esa curva, este día, a las doce de la noche.

 

Miércoles, 6 de Octubre de 2009

1:30 h

 

Pasé la curva y no ocurrió nada, di la vuelta y volví a pasar y no vi ningún fantasma, luego di la vuelta y así estuve hasta ahora. Ni un fantasma, ni una mujer de blanco, ni un accidente, ni siquiera un coche. Esto está muerto, como supongo que ocurre todos los años esta fecha. Nadie tiene valor para estar aquí… Un momento, una mujer está llamando en el cristal. ¿Habré olvidado algo en la cafetería? Creo que es la camarera.

 

 

Era la camarera, me ha dicho que si intento buscar a la mujer de blanco que lo olvide. Que todos los que lo han hecho antes han muerto en extrañas circunstancias en un accidente. Eso me da esperanzas, significa que podría aparecérseme y… bueno, podría intentar matarme. Pero supongo que como conductor no tengo tacha… Si pudiera hablar con ella.

 

Es cierto, que tanto interés por esta mujer de blanco está empezando a resultar fascinante para mí. Siento que de algún modo estamos conectados y que de algún modo la voy a poder ayudar.

 

4:35 h

           

Un coche se cruzó en mi camino y se salió de la carretera. Vi fugazmente algo blanco y las luces de mis faros lo convirtieron en deslumbrador. Estaba en el arcén y yo estaba tan pendiente de que fuera el fantasma, que no me fijé que me salía de mi carril y… el otro coche me esquivó y se estrelló contra un árbol. Iban un joven y su novia. Los dos muertos. La ambulancia llegó en cinco minutos pero yo creo que estaban muertos desde el mismo accidente.

 

Si tengo que ser sincero, no sé si lo que vi fue una mujer o simplemente una bolsa de plástico arrastrada por el viento. Fue tan fugaz que no puedo asegurar nada. Pero hoy la culpa del accidente no ha sido suya, al menos directamente.

 

¿O sí? ¿Estará refinando sus métodos y ahora que puede enamorar a la gente ya no necesita aparecerse? Me siento como una basura humana, si no hubiera tenido el menor interés en este tema, hoy esa pareja estaría viva. Es posible que incluso sea mentira lo del fantasma y que el fantasma realmente lo hemos fabricado nosotros con nuestra obsesión por demostrar que hay vida detrás de la muerte. O bien ha utilizado mi interés en ella para sus fines.

 

Lo cierto es que la policía Local ni siquiera me ha preguntado si vi lo que había sucedido. Lo han catalogado como un nuevo accidente en la curva de la mujer de blanco.

 

______________________________________________________________

 

La Voz de Santa Fe

Nota de redacción, 8 de octubre de 2009

 

La pasada noche del 7 de octubre un redactor de nuestro periódico, Ernesto Gutiérrez, sufrió un accidente mortal en la carretera mientras volvía a Buenos Aires para hacer un reportaje.

 

Su coche se estrelló en la famosa curva de la mujer de blanco cuando se dirigía hacia la autopista. Según el equipo forense, se estrelló en la curva y padeció una larga agonía hasta que murió. El vehículo fue encontrado al día siguiente cuando él ya estaba muerto. A su lado encontraron sus escritos. Con su sangre escribió una sola frase en el cristal de su izquierda: "Lo siento, yo también te amo."

 

La policía encontró el último artículo que había escrito antes de morir. Un reportaje que trataba de El fantasma de la mujer de blanco, una leyenda urbana local. Ahora el rumor de una aparición de la mujer fantasma vuelve a ser la comidilla del pueblo de Santa Fe después de que él mismo provocara un accidente por una supuesta visión del fantasma el día antes de su fallecimiento.

 

Desde aquí queremos dar nuestro más sentido pésame a familiares y amigos de Ernesto, compañero al que todos recordaremos con cariño y respeto.

 

La redacción

 

 

______________________________________________________________

 

Informe policial

Documento escrito a mano encontrado en el lugar de los hechos del accidente del 8 de octubre de 1982. Esta es una prueba que ratifica que el accidentado se estrelló y sufrió alucinaciones antes de morir.

 

 

 

            Creí que era una mujer normal, una mujer que realmente iba a una boda. Era medio día. Dado el fracaso de mis investigaciones, en redacción me dijeron que fuera a Buenos Aires a escribir sobre las inundaciones y cómo vive la gente de modo que cogí el coche y pasé a las doce por el hostal de carretera donde había pasado la noche en mi investigación del fantasma.

      Una mujer vestida de novia, preciosa, con cara de angustia me paró cuando estaba pasando junto al hostal. Me suplicó que por favor la llevara a la iglesia donde su boda debía realizarse, y su coche estaba averiado. Pensé que era una increíble coincidencia pues todavía tenía reciente la historia del fantasma y pensé que no perdía nada por llevarla.

      Le pregunté su nombre y me dijo: Sara. Esto me heló la sangre. Ver a una novia tan hermosa en el asiento de copiloto era lo que había estado deseando hacía dos días. Pero había cosas que no encajaban. Ella había abierto la puerta con la mano, incluso yo se la había estrechado y estaba caliente, y además era de día, proyectaba sombras y estaba viva… Creo que no había visto nunca una mujer más bella, quizás por el vestido de novia, ya que ni siquiera llevaba maquillaje o al menos era tan bueno que parecía que no llevaba.

      - Que afortunado tu novio - le dije sin atreverme a arrancar el coche -. Sin duda te espera con ansiedad.

      - Por favor arranque - me urgió -. Llego tardísimo.

      - No te preocupes, en cinco minutos estarás allí - le dije. Sin embargo no me atrevía a arrancar el coche. Había que pasar por la famosa curva.

      Dejé de mirarla y arranqué pensando que mantendría la mirada todo el rato en la carretera. Era una extraña coincidencia, debía serlo. Mi mente se obstinaba en rechazar la idea del fantasma, no podía ser ella, estaba viva, eso no era un fantasma y si lo era yo también quería serlo. Su rostro era perfecto y su mirada denotaba algo de tristeza.

 

      El coche comenzó a moverse y me incorporé a la carretera. Estaba bastante transitada. Pude incorporarme en un momento que no pasó nadie y tenía margen. Pensé que con tanto tráfico era imposible que me distrajese.

 

      Nos acercamos a la curva y me entró curiosidad, de modo que le pregunté:

 

      - ¿Conoces la leyenda de esa curva? Es curioso porque tú vas vestida de novia, como dicen que se aparece el fantasma…..

      Por un instante la miré para ver su reacción pero ya no estaba. Me asusté tanto que perdí el control del coche y me estrellé a un par de árboles en el interior de la arboleda.

      Me sorprendí de seguir vivo, el airbag fue muy eficiente en ello. El coche se había estampado de frente y el árbol tenía numerosos ramos de rosas en su tronco, como si allí hubiera muerto una multitud. Tantas flores y ramos que de algún modo habían amortiguado el impacto y podía contarlo. Después me di cuenta de que tenía una pierna herida. El volante había bajado diez centímetros y el plástico se había roto y lo tenía clavado en el muslo izquierdo. Intenté moverlo pero no pude. Miré hacia atrás, hacia la carretera. Alguien tuvo que ver el accidente, alguno pararía. Los coches y camiones seguían su camino, nadie se detenía.

      No me preocupé, todavía tenía el móvil. Entonces descubrí que justo estaba en el bolsillo y el plástico que tenía clavado lo había partido por la mitad.

      El miedo fue haciéndose presente. Pensé que no podía estar pasándome eso a mí, que tenía que haber una forma de llamar la atención. Toqué el claxon y este no sonó. El accidente lo habría roto. Grité auxilio pero los motores de tanto tráfico hacían imposible que me escucharan. Moví los brazos, traté de levantar el volante pero no se movía. Busqué algo para hacer palanca pero no había nada así a mi alcance. Entonces noté que me mareaba y fue cuando supe que estaba a punto de morir.

      El corte era tan profundo que había seccionado una arteria. Pero la aorta no debía estar completamente cortada porque no salía sangre a chorros, pero sí en un goteo continuo que bajaba por mi pantorrilla hasta el suelo del coche. Si no salía pronto de allí, moriría desangrado o peor aún, el coche podría explotar. Me arranqué la manga derecha de la camisa y me la pasé por debajo de la pierna como pude. Luego la até con fuerza y sentí que la sangre frenaba su descenso levemente. No podía apretarla más, necesitaría un palo y no tenía nada a mano salvo esta pluma, que no aguantaría ni dos vueltas.

      - Tú querías conocer mi historia - me dijo una voz de mujer a mi lado, una mujer que no estaba ahí y que parecía disfrutar con mi miedo.

      Del susto quise saltar y correr, pero eso solo consiguió abrir más mi herida y sentí que la sangre ahora salía más deprisa de mi pierna. Sentí miedo, tenía la seguridad de que no saldría con vida de ésta… Entonces que ella volvió a aparecer a mi lado.  Tan hermosa y tan resplandeciente como cuando la recogí me acarició la frente con tristeza y comenzó a hablarme:

      - Víctor, siempre te querré. Lamento tanto que tuvieras que estar solo antes de morir... te amo, siempre estaré contigo en adelante. Viviremos juntos para siempre en un lugar sin lágrimas. Ya no tienes que correr más, nuestra boda se realizará en el cielo con coros de ángeles, con rosas azules y querubines cantando de alegría.

      Su voz era tan adorable y sus manos tan suaves que lloré de tristeza. Creí que su novio había muerto por mi culpa, por la culpa de todos por no haberlo ayudado a tiempo y al mismo tiempo sentí que yo era Víctor. Cogí sangre con mi dedo índice y escribí en el cristal: "Lo siento, yo también te amo”" Entonces ella desapareció y me quedé solo. Completamente solo, con el tiempo justo para ver venir la muerte y dejar por escrito las pruebas de que lo que me ha pasado no ha sido fantasía sino tan real como esta sangre que poco a poco va escapándose de mí, dejándome sin vida.

 

 

 

 

"Por el mismo hecho de realizar la medida, el experimentador modifica los datos de algún modo, introduciendo un error que es imposible de reducir a cero, por muy perfectos que sean nuestros instrumentos."

 

Principio de incertidumbre de Werner Heisenberg

 

 

 

 

FIN

 

 

 

Lunes, 5 de octubre de 1982

Estoy a punto de suicidarme. Esta es mi carta de despedida a mi amor, mi novio Víctor. Sé que me ama y que es el hombre de mis sueños, íbamos a casarnos ayer, estaba todo listo pero el novio no llegaba. Lamento mucho, mi vida, haber pensado mal de ti, haber creído que estabas indeciso y que no querías casarte conmigo. Lo que más me duele en mi corazón es saber que estuviste moribundo en la carretera durante horas y que nadie te auxilió. Viste pasar tus últimas agónicas horas en la cuneta de una curva, contando los coches, los camiones, las estúpidas personas que se cruzaron por el lugar donde te estrellaste y ninguna tuvo la decencia de parar a pesar de ver el humo y el derrape de las ruedas saliendo de la carretera, hacia los árboles.

Voy a reunirme contigo porque este mundo no se merece una segunda oportunidad. Si ya sabía que la gente solo va a su rollo, ahora eso es lo que más odio de todos. Siempre molestándome en ser buena, educada, servicial, siempre cediendo mi asiento a los más mayores, a los niños, siempre dando limosna a los pobres, estoy harta de ir a la iglesia y dar una generosa ofrenda para los desatendidos y los pobres y ahora tú estás muerto. ¿Quién te atendió a ti? Muerto por culpa de la ceguera de la gente, del pasotismo, de que esos estúpidos no se dignaron a bajar de sus coches a ver quéhabía pasado aunque solo fuera por curiosidad.

Estoy cansada de vivir y sé que no podría hacerlo sin ti mi amor. Esta carta es para echar la culpa al egoísmo del mundo y para decirles a todos que si hay más allá, pienso hacer que todos se enteren de que la muerte puede estar detrás de cada momento de tu vida, de cada curva que tengas que tomar.

Sara

Informe policial
Comisaría de Santa Fe, Argentina

Sara Evangelina Sánchez Crespo murió en un accidente de tráfico. Hizo autostop vestida de novia antes de la curva donde se estrelló su novio. Pararon unos jóvenes y cuando estaban llegando a la curva se estrellaron con resultado de que todos los ocupantes del vehículo murieron en el acto.

Se recogen testimonios que dicen que la novia distrajo al conductor y el coche se estrelló justo donde se estrelló el coche de su novio, todavía humeante del día anterior. Se encontró esta carta en su bolso y el caso se cerró al instante. Todos los ocupantes del coche donde ella iba murieron en el acto por la explosión del tanque de gasolina, que estaba lleno. Curiosamente los cuerpos de todos estaban completamente calcinados pero el cuerpo de Sara, su vestido, la carta y su rostro estaban en perfecto estado. No sufrió ninguna quemadura y su muerte, según el forense, fue por que su corazón dejó de latir.

El cuerpo de Sara desapareció a las pocas horas. Cuando lo iban a trasladar para su entierro, simplemente había desaparecido. Alguien debió robarlo.

______________________________________________________________

Diario de Ernesto Gutiérrez,
Redactor del periódico Local "La Voz de Santa Fe"

Martes, 5 de octubre de 2009
10:05 h

Supongo que debo ser el millonésimo visitante de este archivo para turistas de la policía local. La carta es escalofriante y el informe policial aun más, si cabe. Cada vez que ocurre un accidente en la curva de "la mujer de blanco" se desata la curiosidad de todo el mundo. Estoy escribiendo un reportaje en el que intentaré recopilar toda la información acerca del famoso fantasma de la mujer de blanco. La historia es triste y Sara parece que aún no descansa. Se han contabilizado ya 29 accidentes, contando el del año pasado, más de 50 muertes. Siempre se repite el mismo caso, varios jóvenes se estrellan en la misma curva y no se sabe qué les ocurre. Se ha señalizado muy bien la carretera, se han puesto quita miedos. Nadie se atreve a decir que se trata de la mujer de blanco, dicen que su fantasma es quien provoca los accidentes, pero lo cierto es que siempre se producen sin testigos y siempre, invariablemente, es por la noche.
Para sacar de dudas a todo el mundo he decidido documentar el caso ya que parece que es fácil emular las circunstancias que desatan el accidente. Esta noche debería ocurrir. He indicado al servicio de urgencias lo que me propongo hacer y espero que si me pasa algo, estén allí para apagar el incendio del coche y puedan sacarme de allí… Solo hay una circunstancia que no cumplo y es que no tengo novia. Todos los accidentados iban con amigos y novias o bien, sus novias no estaban con ellos. Es difícil que a mí me ocurra lo mismo si no tengo novia. Aunque espero que al menos pueda ver su fantasma, si es que realmente existe.

Martes, 5 de octubre de 2009
17:00 h

El servicio de bomberos me ha dicho que no pueden dedicar uno de sus camiones a una carretera perdida. Me han pedido que lleve el móvil encendido y que si tengo algún problema que les llame. Les enseñé la famosa estadística de que muchas de las noches del 6 de octubre se produce un accidente mortal. Se han reído de mí y me han dicho que cada vez que han ido no ha habido tal accidente (ya que por lo visto no siempre fue este día exacto ni esa hora, según ellos) y se han burlado de mi diciendo que si de verdad quiero emular las circunstancias, debo viajar de noche, a las 12 de la noche. Y luego agregaron: "Si tienes huevos, claro". Y se carcajearon de mí.

Admito que no soy muy célebre como periodista y que escribo todo esto únicamente para encontrar fama y mejorar mi currículum. Quiero ser el que fotografió a la mujer de blanco, el único superviviente de su atroz serie de crímenes y por qué no, buscar el modo de detenerlos.

Lo peor de todo es que uno lee la carta de Sara y realmente dan ganas de dar una lección al mundo, para que la gente sea menos egoista. Uno empatiza con ella si no fuera porque ella misma está siendo culpable de lo que en su día sufrió y por lo que ella culpó al mundo. Si hubiera una forma de comunicarse con ella y hacerle entender que lo que está haciendo es tan malo como lo que ella misma sufrió...

23:00 h

La carretera está desierta, nadie pasa por aquí en coche. Estoy viendo la curva allá a lo lejos, aparentemente es inofensiva, voy a dar la vuelta y me tomaré algo en la posada hasta que sea la hora. Es curioso que no tenga miedo de morir, quizás porque no me termino de creer la historia de este pequeño pueblo de Argentina, Santa Fe. Quiero que mi reportaje sirva para testimoniar de primera mano si realmente ocurren accidentes en esa curva, este día, a las doce de la noche.

Miércoles, 6 de Octubre de 2009
1:30 h

Pasé la curva y no ocurrió nada, di la vuelta y volví a pasar y no vi ningún fantasma, luego di la vuelta y así estuve hasta ahora. Ni un fantasma, ni una mujer de blanco, ni un accidente, ni siquiera un coche. Esto está muerto, como supongo que ocurre todos los años esta fecha. Nadie tiene valor para estar aquí… Un momento, una mujer está llamando en el cristal. ¿Habré olvidado algo en la cafetería? Creo que es la camarera.

Era la camarera, me ha dicho que si intento buscar a la mujer de blanco que lo olvide. Que todos los que lo han hecho antes han muerto en extrañas circunstancias en un accidente. Eso me da esperanzas, significa que podría aparecérseme y… bueno, podría intentar matarme. Pero supongo que como conductor no tengo tacha… Si pudiera hablar con ella.

Es cierto, que tanto interés por esta mujer de blanco está empezando a resultar fascinante para mí. Siento que de algún modo estamos conectados y que de algún modo la voy a poder ayudar.

4:35 h
 
Un coche se cruzó en mi camino y se salió de la carretera. Vi fugazmente algo blanco y las luces de mis faros lo convirtieron en deslumbrador. Estaba en el arcén y yo estaba tan pendiente de que fuera el fantasma, que no me fijé que me salía de mi carril y… el otro coche me esquivó y se estrelló contra un árbol. Iban un joven y su novia. Los dos muertos. La ambulancia llegó en cinco minutos pero yo creo que estaban muertos desde el mismo accidente.

Si tengo que ser sincero, no sé si lo que vi fue una mujer o simplemente una bolsa de plástico arrastrada por el viento. Fue tan fugaz que no puedo asegurar nada. Pero hoy la culpa del accidente no ha sido suya, al menos directamente.

¿O sí? ¿Estará refinando sus métodos y ahora que puede enamorar a la gente ya no necesita aparecerse? Me siento como una basura humana, si no hubiera tenido el menor interés en este tema, hoy esa pareja estaría viva. Es posible que incluso sea mentira lo del fantasma y que el fantasma realmente lo hemos fabricado nosotros con nuestra obsesión por demostrar que hay vida detrás de la muerte. O bien ha utilizado mi interés en ella para sus fines.

Lo cierto es que la policía Local ni siquiera me ha preguntado si vi lo que había sucedido. Lo han catalogado como un nuevo accidente en la curva de la mujer de blanco.

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La Voz de Santa Fe
Nota de redacción, 8 de octubre de 2009

La pasada noche del 7 de octubre un redactor de nuestro periódico, Ernesto Gutiérrez, sufrió un accidente mortal en la carretera mientras volvía a Buenos Aires para hacer un reportaje.

Su coche se estrelló en la famosa curva de la mujer de blanco cuando se dirigía hacia la autopista. Según el equipo forense, se estrelló en la curva y padeció una larga agonía hasta que murió. El vehículo fue encontrado al día siguiente cuando él ya estaba muerto. A su lado encontraron sus escritos. Con su sangre escribió una sola frase en el cristal de su izquierda: "Lo siento, yo también te amo."

La policía encontró el último artículo que había escrito antes de morir. Un reportaje que trataba de El fantasma de la mujer de blanco, una leyenda urbana local. Ahora el rumor de una aparición de la mujer fantasma vuelve a ser la comidilla del pueblo de Santa Fe después de que él mismo provocara un accidente por una supuesta visión del fantasma el día antes de su fallecimiento.

Desde aquí queremos dar nuestro más sentido pésame a familiares y amigos de Ernesto, compañero al que todos recordaremos con cariño y respeto.

La redacción


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Informe policial
Documento escrito a mano encontrado en el lugar de los hechos del accidente del 8 de octubre de 1982. Esta es una prueba que ratifica que el accidentado se estrelló y sufrió alucinaciones antes de morir.

 

 Creí que era una mujer normal, una mujer que realmente iba a una boda. Era medio día. Dado el fracaso de mis investigaciones, en redacción me dijeron que fuera a Buenos Aires a escribir sobre las inundaciones y cómo vive la gente de modo que cogí el coche y pasé a las doce por el hostal de carretera donde había pasado la noche en mi investigación del fantasma. 
 Una mujer vestida de novia, preciosa, con cara de angustia me paró cuando estaba pasando junto al hostal. Me suplicó que por favor la llevara a la iglesia donde su boda debía realizarse, y su coche estaba averiado. Pensé que era una increíble coincidencia pues todavía tenía reciente la historia del fantasma y pensé que no perdía nada por llevarla.
 Le pregunté su nombre y me dijo: Sara. Esto me heló la sangre. Ver a una novia tan hermosa en el asiento de copiloto era lo que había estado deseando hacía dos días. Pero había cosas que no encajaban. Ella había abierto la  puerta con la mano, incluso yo se la había estrechado y estaba caliente, y además era de día, proyectaba sombras y estaba viva? Creo que no había visto nunca una mujer más bella, quizás por el vestido de novia, ya que ni siquiera llevaba maquillaje o al menos era tan bueno que parecía que no llevaba.
 - Que afortunado tu novio - le dije sin atreverme a arrancar el coche -. Sin duda te espera con ansiedad.
 - Por favor arranque - me urgió -. Llego tardísimo.
 - No te preocupes, en cinco minutos estarás allí - le dije. Sin embargo no me atrevía a arrancar el coche. Había que pasar por la famosa curva.
 Dejé de mirarla y arranqué pensando que mantendría la mirada todo el rato en la carretera. Era una extraña coincidencia, debía serlo. Mi mente se obstinaba en rechazar la idea del fantasma, no podía ser ella, estaba viva, eso no era un fantasma y si lo era yo también quería serlo. Su rostro era perfecto y su mirada denotaba algo de tristeza.

 El coche comenzó a moverse y me incorporé a la carretera. Estaba bastante transitada. Pude incorporarme en un momento que no pasó nadie y tenía margen. Pensé que con tanto tráfico era imposible que me distrajese.

 Nos acercamos a la curva y me entró curiosidad, de modo que le pregunté:

 - ¿Conoces la leyenda de esa curva? Es curioso porque tú vas vestida de novia, como dicen que se aparece el fantasma?..
 Por un instante la miré para ver su reacción pero ya no estaba. Me asusté tanto que perdí el control del coche y me estrellé a un par de árboles en el interior de la arboleda.
 Me sorprendí de seguir vivo, el airbag fue muy eficiente en ello. El coche se había estampado de frente y el árbol tenía numerosos ramos de rosas en su tronco, como si allí hubiera muerto una multitud. Tantas flores y ramos que de algún modo habían amortiguado el impacto y podía contarlo. Después me di cuenta de que tenía una pierna herida. El volante había bajado diez centímetros y el plástico se había roto y lo tenía clavado en el muslo izquierdo. Intenté moverlo pero no pude. Miré hacia atrás, hacia la carretera. Alguien tuvo que ver el accidente, alguno pararía. Los coches y camiones seguían su camino, nadie se detenía.
 No me preocupé, todavía tenía el móvil. Entonces descubrí que justo estaba en el bolsillo y el plástico que tenía clavado lo había partido por la mitad.
 El miedo fue haciéndose presente. Pensé que no podía estar pasándome eso a mí, que tenía que haber una forma de llamar la atención. Toqué el claxon y este no sonó. El accidente lo habría roto. Grité auxilio pero los motores de tanto tráfico hacían imposible que me escucharan. Moví los brazos, traté de levantar el volante pero no se movía. Busqué algo para hacer palanca pero no había nada así a mi alcance. Entonces noté que me mareaba y fue cuando supe que estaba a punto de morir.
 El corte era tan profundo que había seccionado una arteria. Pero la aorta no debía estar completamente cortada porque no salía sangre a chorros, pero sí en un goteo continuo que bajaba por mi pantorrilla hasta el suelo del coche. Si no salía pronto de allí, moriría desangrado o peor aún, el coche podría explotar. Me arranqué la manga derecha de la camisa y me la pasé por debajo de la pierna como pude. Luego la até con fuerza y sentí que la sangre frenaba su descenso levemente. No podía apretarla más, necesitaría un palo y no tenía nada a mano salvo esta pluma, que no aguantaría ni dos vueltas.
 - Tú querías conocer mi historia - me dijo una voz de mujer a mi lado, una mujer que no estaba ahí y que parecía disfrutar con mi miedo.
 Del susto quise saltar y correr, pero eso solo consiguió abrir más mi herida y sentí que la sangre ahora salía más deprisa de mi pierna. Sentí miedo, tenía la seguridad de que no saldría con vida de ésta? Entonces que ella volvió a aparecer a mi lado. Tan hermosa y tan resplandeciente como cuando la recogí me acarició la frente con tristeza y comenzó a hablarme:
 - Víctor, siempre te querré. Lamento tanto que tuvieras que estar solo antes de morir... te amo, siempre estaré contigo en adelante. Viviremos juntos para siempre en un lugar sin lágrimas. Ya no tienes que correr más, nuestra boda se realizará en el cielo con coros de ángeles, con rosas azules y querubines cantando de alegría.
 Su voz era tan adorable y sus manos tan suaves que lloré de tristeza. Creí que su novio había muerto por mi culpa, por la culpa de todos por no haberlo ayudado a tiempo y al mismo tiempo sentí que yo era Víctor. Cogí sangre con mi dedo índice y escribí  en el cristal: "Lo siento, yo también te amo?" Entonces ella desapareció y me quedé solo. Completamente solo, con el tiempo justo para ver venir la muerte y dejar por escrito las pruebas de que lo que me ha pasado no ha sido fantasía sino tan real como esta sangre que poco a poco va escapándose de mí, dejándome sin vida.

 


"Por el mismo hecho de realizar la medida, el experimentador modifica los datos de algún modo, introduciendo un error que es imposible de reducir a cero, por muy perfectos que sean nuestros instrumentos."

 

 Principio de incertidumbre de Werner Heisenberg

 


FIN

 

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Comentarios: 2
  • #1

    carla (martes, 05 julio 2011 21:55)

    Esta si que me puso la piel de gallina! Waooo... Terrorifica pero a la vez tiene cierta belleza!

  • #2

    Andres serna. (miércoles, 16 noviembre 2016 20:59)

    Hoy 16 de noviemvre del 2016. Luego de salirme de las clases de la universidad,cuando estaba en mi casa enfermo, me quede dormido. Soñe con ella y que sorpresa al buscar en internet q podia significar y me encuentro con esto...que significa soñarlo...