Muerta y enterrada

 

10:35 h

Cementerio de San Isidro de Madrid

 

 

 

      Este es mi cuarto café, el efecto de la borrachera pasó, pero no puede ser real lo que siguen viendo mis ojos. Hoy es viernes y he pasado uno de los jueves más locos de mi vida, vino, mujeres, tabaco… Ha sido increíble. En mi trabajo no necesito estar despejado, además el alcohol mata neuronas y las mías están llenas de recuerdos terribles y asquerosos. Estaría genial que al final de la jornada existiera un botón, como en las máquinas de fotos, que sirviera para formatear la tarjeta de memoria y pudiéramos borrar de nuestra mente las imágenes que hemos visto.

      Eso ayudaría a soportar el día a día, haría reconfortante llegar a casa y sobre todo daría menos sentido a comprar botellas de whisky por cajas, todos los sábados en el supermercado. Vivo solo, ninguna de mis novias ha durado ni una semana porque me empeño en borrar todo de mi mente, hasta mis citas con ellas. Normal que me quieran menos que a un gato piojoso, yo tampoco soportaría que me dejaran plantado varias veces en una semana por pillarse una cogorza después del trabajo.

      Como decía, hoy es viernes y lo primero que recuerdo de hoy es que iba al cementerio a exhumar un extraño cadáver. No sé ni quién me llamó, estaba tan borracho que solo vine como un autómata, cogiendo un taxi. El cementerio estaba cercado y prohibían el paso a la gente, que no hacía más que proclamar que allí se había producido un milagro. Algunas señoras mayores me miraron con asco cuando les pedí paso, con mi inconfundible acento borracho y mi pestazo a Whisky. A saber qué pensaron de mí… En fin, espero no hacerme famoso por ser el borracho que echó a perder el milagro de San Isidro, el cementerio donde apareció la joven momificada en perfecto estado, sin el menor rastro de descomposición.

      El cuarto café está devolviéndome la consciencia. Me siento un poco honrado de ser yo el responsable de estudiar este cuerpo y certificar y explicar las causas de que este cuerpo esté incorrupto. Me consta que las exhumaciones en este cementerio suelen tener como resultado una simple excavación donde solo encuentran huesos que se convierten en polvo de un palazo. Dicen que la muerte es para siempre, pero en cementerios como este, nadie descansa eternamente. Cada veinte o treinta años limpian las tumbas, el muerto al hoyo sí, pero también de ahí les echan por no pagar el alquiler. Así de triste es la vida y la muerte.

      Se llama Ana Teresa Cordero García, según el registro de defunción murió hace treinta y cinco años, al parecer murió por una enfermedad mortal que no especifican. Caray, la veo y parece mi hija, y sin embargo es más vieja que yo. Todavía no me creo lo que estoy viendo, quizás debería buscar un quinto café, esta vez solo y sin azúcar a ver si me despierto de una vez.

      12:35 h

      Hemos trasladado el cadáver al tanatorio donde trabajo. La gente hacía fotos a nuestro paso, y eso que envolvimos el cuerpo con un saco negro para que nadie pudiera verlo. La familia me ha pedido que por favor sea respetuoso con su cuerpo y no le haga una autopsia. ¿Es que esperan que resucite o algo así? Obviamente, no tiene sentido hacerle una autopsia pero tengo que hacerle pruebas. Lo cierto es que limpiando sus fosas nasales, sus ojos cerrados y su boca, la piel ha absorbido el agua con el que la limpiamos y cualquiera pensaría que Ana está dormida. Sí, solo falta escuchar la suave respiración y el efecto sería completo. Es curioso porque los muertos siguen criando pelo y las uñas les crecen un par de días después de muertos. Sin embargo a Ana no le ha crecido nada. De hecho parece una fotografía de una mujer preciosa dormida.

      Tiene una expresión de paz en la cara, aún no me he atrevido a abrirle los ojos por miedo a estropear su perfecta conservación. ¿Se podrán entornar sus párpados? Imagino que no y será como intentar abrirle los ojos a una estatua de cera.

      Mi trabajo es estudiar por qué sigue en perfecto estado y eso es lo que he de hacer. Me ha llamado la atención un detalle de su rostro. Después de limpiar su cara del polvo que tenía encima parece como si su piel hubiera agradecido el agua. Incluso conserva las pelusillas blancas de los pómulos. Es increíble, no solo está dormida, también es realmente hermosa. Dan ganas de besarla como en el cuento de blanca nieves o la bella durmiente.

      13:50

He curioseado en su historial y he encontrado varias cosas que creo que deben estar archivadas con mis notas. Las causas de la muerte son desconocidas. La enfermedad que contrajo ningún médico supo tratarla y finalmente, al parecer, simplemente su corazón dejó de latir. Esto es muy llamativo porque existen algunas drogas que producen el efecto de ralentizar las constantes vitales y dar el aspecto de muertos durante muchas horas, incluso días. Pensé que podía ser esa droga la que ha mantenido con vida durante treinta años a esta mujer. Todos la dan por muerta pero es posible que realmente no lo esté. He tomado algo de su sangre y me he quedado petrificado cuando la aguja penetró en su piel como si nada, no está acartonada, está viva y su sangre se mantiene fluida. La he analizado y diría que se trata de sangre de una persona viva.

      Abrí uno de sus ojos y aunque la retina no se movió lo más mínimo, lo más increíble de todo es que aún lagrimea. ¿Existe una droga capaz de mantener un cuerpo incorrupto durante décadas? Si esa droga existe, tiene que existir el modo de despertarla.

      Oh, vaya, las dos. Hora de comer.

      17:23 h

      Tiene que ser una broma de mis compañeros. Son unos bromistas, seguro que han sido ellos. No puedo creer que Ana haya abierto los ojos en el tiempo que la dejé sola para ir a comer. Cerré la puerta con llave pero seguro que hay una llave maestra en el tanatorio que abre todas las puertas. Pero no puede ser que se los hayan abierto… acabo de recordar que yo traté de hacerlo y el párpado volvía a su sitio. Pensé que era un efecto elástico de la propia piel y músculos inertes.

      Aprovecharé para hacerle un examen a fondo de la retina… Como sea una broma de alguno se va a enterar. Puedo ser muy cruel con mis bromas.

      18:56 h

      Es hora de irme, he hecho un chequeo completo de la retina, he recibido los resultados de la citología, he estudiado sus órganos internos con ecografías… Está claro. Ana está clínicamente muerta. No tengo ni idea de cómo es posible que se mantenga en perfecto estado, ni por qué su corazón no late, ni por qué su pelo no crece… El resultado de la citología con las muestras de su piel han determinado que era "piel muerta después de varios minutos muerta". Es como si Ana llevara así durante 30 años. Inconcebible…

      Me voy a casa… Esta vez no pienso emborracharme. Necesitaré toda mi lucidez el lunes.

      Oh, cielos… ahora tendré que responder a los periodistas. Creo que ha venido Iker Jiménez en persona, vaya unos entrometidos oportunistas… A ver qué me invento.

      21:00 h

      Parece ser que es un caso de extrema importancia, no me han dejado marchar a casa sin dar un diagnóstico de modo que aquí estoy de nuevo, todavía viernes, dando palos de ciego y demostrando que la ciencia no sabe un carajo sobre este caso. Básicamente estos son los hechos y nada de lo que diga un análisis de laboratorio va a refutarlo.

      "Ana lleva 30 años muerta pero su estado de descomposición es nulo. Es decir, es como si acabara de morir."

      Todas las pruebas me llevan a esa conclusión. ¿Es un milagro? Podría ser, no voy a ser yo quien lo niegue. Y seguro que con lo guapa que es la hacen santa en menos de un mes, venden libros acerca de su vida y el Vaticano pondrá una estatua suya junto a la de San Pedro.

      No puedo negar las evidencias, la carne es orgánica y una vez muerta, aun en los frigoríficos, se estropea. El cuerpo de Ana no. ¿Por qué? Vete tú a saber. Estoy harto, quiero irme a casa… ¿Quieren milagro? Yo no se lo voy a negar.

     

 

 

      Lunes

      8:30 h

      Nunca pensé que se montaría tanto revuelo por que yo dijera que aún es pronto para saber las causas científicas de su nula descomposición. Me han pedido una entrevista en Cuarto Milenio con Iker Jiménez y les he dicho que cuando averigüe las causas no tendré problemas en ir. Hasta entonces no tiene sentido que vaya ya que no podría decir más que sandeces y conjeturas. La gente me ha preguntado hasta en mi barrio, me han visto en las fotos de los periódicos y todos quieren saber. ¿Es una santa? ¿Ha curado a alguien?

      Lo cierto es que sí ha producido un milagro y es que en todo el fin de semana no he probado una gota de alcohol. Supongo que ha sido porque quiero estar seguro de que todo esto es real y no fruto de una enorme borrachera.

      Bueno, al tajo, hoy es lunes y parece ser que tengo mucho que hacer. Nunca pensé que me entusiasmaría ver un cuerpo sin vida después de un fin de semana.

      9:34 h

      El cuerpo no está. Alguien decidió dárselo a otro forense con más lucidez… Tiene que ser eso, puede que me emborrache pero sé hacer mi trabajo. Voy a ver qué pasa.

      10:35 h

      "Nadie ha entrado en la sala. Déjese de bromas que el asunto es muy serio y hay muchos ojos puestos en usted. No nos avergüence."

      Lo que hay que oír. Encima con esas, me roban mi trabajo, mi investigación y ni siquiera se lo comunican al jefe. Tengo mis sospechas de quién puede haber sido. Enrique.

      12:45 h

      No ha sido él. Entré y estaba haciendo la autopsia de un muerto totalmente destrozado. No era ella, este era varón. Cuando lo vi con todas las manos llenas de sangre y ese cuerpo tan abierto y destrozado por los trabajos de la autopsia quise cogerle del cuello y estrangularlo. La familia no quería autopsia de Ana y pensé que el muy zoquete se la estaba haciendo. No sé por qué, sentí un alivio indescriptible al comprobar que no era ella. Supongo que verla como si estuviera dormida me ha hecho pensar que realmente lo estaba. No podría clavarle un bisturí, sería como matar a blanca nieves. Es necesario que dé con ella inmediatamente, temo que quien haya robado su cuerpo esté haciéndole algo terrible.

      16:00 h

      Es increíble, todos piensan que yo tengo el cuerpo en mi laboratorio. No se pueden creer que la haya perdido. Estaba harto y les he dicho que si nadie la ha robado, ha tenido que largarse ella por su propio pie… y en buena hora dije eso, que un periodista me escuchó… Madre mía la que se va a liar.

 

 

      Tres meses después

      Había dado por olvidado el tema de la chica incorrupta. Su cuerpo perfecto, su rostro perfecto, sus ojos perfectos… Creo que le cogí un cariño muy especial y creí que un día despertaría. Al perderla me despidieron, debo ser de los pocos funcionarios que el gobierno ha despedido en muchos años. Desde entonces nadie más volvió a saber de ella. Fui al programa de Iker Jiménez pero decidieron invitar a sacerdotes y otros científicos y a mí me dejaron fuera. Se tomaron en serio lo que les dije de "no tengo mucho que contar". Era un buen dinerito que al final no me llegó.

      He tenido que ganarme la vida como he podido. No me contratan en ninguna parte ya que mi formación es de hace diez años y a pesar de mi experiencia como forense, también es conocida públicamente mi afición por las botellas de whisky. He perdido mi casa, dado que no podía pagar el alquiler y ahora vivo en la calle con el poco dinero que me dan de limosnas por vender pañuelos en los semáforos. Esto no da para mucho, pero al menos puedo comprar mi botellita de whisky barato cada día para calentar mis noches. No se vive tan mal, al menos ahora no tengo que soportar olores putrefactos ni ver cadáveres llenos de gusanos.

      Un año después

      Ella me visita por las noches. Tan guapa y pálida como siempre. Viene cuando estoy más borracho y me besa en el cuello, siento que me muerde y me dice al oído que me ama. Ana está loca por mí, no hay noche que no venga a visitarme…

  

 Periódico La verdad.

 

Cadáver de vagabundo encontrado en un callejón -.

   Esta madrugada a las veinte horas, horario local, se ha encontrado el cuerpo del conocido forense de Ana Teresa Cordero García, la chica que apareció incorrupta hace aproximadamente un año en el cementerio de San Isidro y que posteriormente desapareció misteriosamente. Eduardo tenía cuarenta años y perdió su trabajo debido a la negligencia por perder tan valioso cadáver. El cuerpo del ex-forense apareció sin vida y los médicos han dictaminado que había muerto tras un coma etílico. Lo más llamativo de la autopsia fue que en su interior no hallaron ni una sola gota de sangre.

     

 

 

FIN

 

 

Escribir comentario

Comentarios: 2
  • #1

    carla (miércoles, 06 julio 2011 05:02)

    Hace mucho la lei y no entendi mucho, mas que la muchacha era vampira. Pero ahora lo entendi ella es Sam Ratza de los vampiros existen, y antonio jurado!!

  • #2

    tonyjfc (miércoles, 06 julio 2011 07:57)

    Esta historia deja un cabo suelto que podría atar en la próxima historia de Samantha.